miércoles, 6 de julio de 2011

gorda gorda

Estoy a punto de cambiarme de pega a una mucho mejor, estoy empezando mi empresa de traducción con mi socio Simon, estoy organizando mi matri (si, el segundo), acabo de tener mi tercera guagua, o sea mi vida claramente está en proceso de cambio, y puedo decir, sin exagerar, que estoy en el mejor momento de mi vida. El problema es que mi cuerpo no lo refleja. Siempre he pensado que el cuerpo refleja el alma y toda la custión, pero ahora no se cumple. Estoy feliz y llena de proyectos y estoy gordísima y con el pelo horrible. Puede sonar frívolo pero yo creo que la fusión cuerpo y alma y la weá. De verdad que creo. Pero ya estoy empezando a dudar. Hace tres años cuando conocí a Gabriel, estaba agobiada, sin plata, sola, con mala relación con mis papas y lo único que bueno que tenía eran mis niños. Cómo tenía dos pegas y mil responsablidades me alimentaba de té puro y cigarros, los fines de semana su copetito pa relajarse. Tenía cero peso para ir a la peluquería y casi no tenía ropa, pero estaba ultra flaca, el pelo largo (sin corte, pero con mis rulos intactos) y me veía increíble con jeans y una polera cualquiera. Ahora tengo que ultra producirme pa verme bien. Sé, porque no soy tonta, que la falta de tiempo para hacer ejercicio es la clave de mi problema, pero soy cero onda ginmasio. Nooo, no me imagino ahí entre gente que no tiene nada que ver conmigo. No sé. Sé que me quejo de pura llena no más, pero una siempre quiere todo, y no tiene nada de malo. Por mientras voy a eliminar el pancito y vamos viendo.