Estuve mirando mis últimas entradas y están llenas de cuestionamientos y análisis. Un poquito cuáticas. Hoy quiero escribir algo bien concreto. A pesar de que estoy más pobre que nunca y además llena de responsabilidades y cosas que hacer, me voy a Buenos Aires de vacaciones con mis amigas.
Eso se llama regalo de la vida y estoy agradecida. Feliz.
Y lo me hace más feliz de viajar, no es ir a Buenos Aires sino viajar a la infancia porque voy a estar con mis amigas cuatro días sin maridos, niños ni trabajo. No tenemos ni un plan más que pasear, conversar y comer. Un largo pijama party. Un gran viaje. Estoy contando los días para partir.