Me encanta que La Serena llena de sol y con aires dieciocheros. Lástima que pronto llegan los turistas y se acaba la diversión. Tacos, tacos, tacos, supermercados llenos, restaurantes con precios ridículos,etc que hacen que esta ciudad sea insufrible los fines de semana largos. Pretenden que esta ciudad sea turística y no tiene la adecuación mínima para que lo sea. Para muestra dos botones:
a) El sistema de transporte público es anticuado e ineficiente. Si tomas una micro tienes que armarte de paciencia porque aparte de lo lentas que son, los choferes se toman el tiempo hasta para echar la talla con el que va pasando a pie. Los colectivos son carísimos y los recorridos son cortos, los taxis son demasiado caros (nunca he entendido por qué, si fueran más baratos todos los usarían) Si estás en el Milagro y quieres ir a la playa en transporte público tienes que ir al centro en colectivo y luego tomar una micro y devolverte a la misma altura del milagro pero por la carretera y luego caminar. Agotador y estúpido.
b) Bares y restaurantes sin ninguna preocupación por la calidad y carísimos. El otro día fui al Huentelauquén que es abrigadito, bonito, con música en vivo, pero la comida ... uf pésima. Empanada de camarón queso con UN camarón y la pizza más pobre que he visto, con dos hojas de rúcula perdida, daba hasta penita. Mal. Y no son los únicos, los restaurantes locales se caracterizan por tener comida cara de calidad mediocre, a excepción del Enjoy diría yo que aunque no es nada de barato, tiene una cocina que lo vale. No cuesta nada competir con un buen ambiente y precios razonables.
En fin, lo que deberíamos hacer los serenenses es cambiar de vez en cuando naturaleza por buenos restaurantes. Un fin de semana en Santiago comiendo rico y a precios razonables no me parece mal. En auto eso si, porque el transporte público de Santiago no es mucho mejor que acá.
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