Hoy como último día del 2014 necesito hacer la reflexión que amerita y que no quiero hacer en facebook porque ahí me leerían todos y acá no me lee nadie, o casi nadie y eso lo hace más privado. Con lo habladora y pintamonos que soy cualquiera hubiera imaginado que iba a ser la reina de facebook pero no. A pesar que escribo bastante, no soy ni por lejos la reina de facebook, al menos entre mis "amigos".
Bueno, este fin de año quiero dejar de quejarme y autocompadecerme como hacemos tanto las mujeres, quiero estar feliz por la familia que tengo, por mis amistades, por mis logros. Así de simple. Quiero dejar de ser soberbia y dejar de juzgar a la gente.
Una historia respecto a eso y que me dio una lección; Tengo una compañera de trabajo que me aburre profundamente, la encuentro media tontona y sus temas de conversación me parecen una lata. Me da pena porque como que se le translucen los rollos mentales. Cuando la escucho hablar, me imagino su vida y su familia y me digo "pobre mina, tiene problemas". Antes de Navidad con ella y otra compañera hablábamos de los años buenos y los malos y ella con toda generosidad me entregó un amuleto de plata para que me protegiera de las malas energías y empezara bien el 2015. Yo no creo mucho en eso pero su gesto, que era muy simple y muy transparente, me conmovió. Ella no va a ser mi super amiga y probablemente no compartimos mucho pero tuvo un gesto generoso y desinteresado. Yo me pregunté ese día en el auto devuelta a la casa, qué me importa a mi el nivel de inteligencia de ella, qué me importa a mi su vida y qué me creo finalmente para analizar y juzgar así a las personas. Aunque nunca la pelé con otra gente porque me aburre el pelambre, si la pelé mucho mentalmente. Algo que suelo hacer. Así que mi resolución para el 2015 es fin al pelambre mental. Para eso debo mejorar mi abandonada vida espiritual. Sé que puede sonar contradictorio con mi post anterior pero tiene una lógica que en otro momento explicaré. Además soy contradictoria como la mayoría de los seres humanos.
Hoy voy a tener un año nuevo muy diferente a los que he tenido en mi vida. Los niños grandes se van con su papá, y como el chico está enfermo no podemos dejarlo con la abuela por lo tanto vamos a comer solos y a celebrar el año nuevo en pareja. Eso me tiene entusiasmada. Quiero entrar en el 2015 en paz conmigo misma y con mis amores. Estoy lista y tranquila.